Capítulo siete de Ética para amador

Capítulo siete de Ética para amador

Ética para amador, es una carta abierta al hijo de Fernando Savater, el autor, nacido en San Sebastián, 1947. En donde el autor deja de lado su estilo multiforme, contradictorio, torrencial, conservando la fidelidad a un espíritu alegre, pleno, decidido. Que culmina en un tono reflexivo, concientizado y de amplia difusión; fruto de la influencia de Friedrich Wilhelm Nietzsche, Émile Michel Cioran y del pensamiento libertario de Agustín García Calvo. Fue profesor de filosofía y ética, enseñando a sus alumnos mediante una manera juvenil  y sencilla, que logró poner el primer escalón de una relación entre el joven y temas como política u otros, dándole a la sociedad la opción a una mentalidad fresca y diferente, a manera de contribución. Ello es compartido con Ética como amor propio y El valor de elegir, libros que plasman los pensamientos de su creador acerca de todas las polémicas culturales, estéticas y políticas

Se presenta el libro de Daniel Defoe Aventuras de Robinson Crusoe a manera de ejemplificación principal, haciendo un contraste entre dos individuos de diferentes culturas en una misma situación. Además de las cita al filósofo y escritor judío austríaco/israelí Martin Buber (existencialista); el poeta Antonio Machado de rasgos románticos, que maduró en una poesía de compromiso humano, de una parte, y de contemplación casi taoísta de la existencia, siendo alumno del ILE; el  tercer conde de Russell, filósofomatemáticológico y escritor británico ganador del Premio Nobel de Literatura Bertrand Russell ;y el pensador, teólogopolíticohumanista y escritor inglés, que fue además poetatraductorLord Canciller de Enrique VIII, profesor de leyes, juez de negocios civiles y abogado Tomás Moro. Todo lo anterior a manera de referencias textuales, que complementan el contenido de cada capítulo.

El séptimo capítulo de Ética para amador, nos ofrece a los jóvenes el tema principal, tal como lo dice en “Pero tengo la excusa de que este es el capítulo más importante de todos”.  Este se presenta explícitamente en la conclusión a la que llega: Quien vive bien (la buena vida) debe ser capaz de  una justicia simpática, o de una compasión justa (amando la humanidad de sus semejantes). Además de recalcar, nuevamente, la importancia de ser consiente en la toma de acciones y la consideración que se tiene de cada persona, pues es lo que nos hace humanos.
La empatía, se convierte en tema principal, dentro del capítulo VII de Ética para amador, no sin antes ser definida como la capacidad humana de ponerse en el lugar del otro, aceptando la humanidad del otro como necesaria. Lo que se refleja en la ejemplificación del náufrago Robinson que no sabe cómo actuar ante la presencia de un ser semejante a él, sin embargo ambos saben que se necesitan por cuestiones humanas; además las constantes ejemplificaciones de Marco Aurelio: “Al levantarte hoy piensa que  a lo largo del día te encontraras  con algún mentiroso, con algún ladrón, con algún adultero, con algún asesino. Y recuerda que has de tratarles como hombres, porque son tan humanos como tú y por tanto te resultan tan imprescindibles como la mandíbula inferior lo es para la superior”; “el primer perjudicado cuando intento perjudicar a mi semejante soy precisamente yo mismo…y en lo que soy tengo de más valioso, de menos servil”; entre otros tantos más.

Como sub tema está la justicia, ella se comprende como la conciencia en las acciones propias (libertad). Ello demuestra una relación directa entre el tema y los anteriores capítulos, haciendo del libro una uniformidad constante, la cual está vinculada estrechamente con el pensamiento ético del autor. A través de frases y ejemplos nos transmite el mensaje de la conciencia de libertad a lo largo de todo el escrito.
Del tema central se desprende la idea de que la empatía es una necesidad humana, pero esta necesidad no se da por la correspondencia material, o física; sino de interactuar, puesto que al mantener contacto con otra persona e intercambiar emociones, sentimientos y pensamientos, te fortaleces como humano. Además, para practicar tal empatía es necesario tener la capacidad de comprender desde adentro la posición de la otra persona reconociéndola como tu semejante, tratándola como humana, como a ti te gustaría que te traten; aun así es muy importante que no siempre hagas lo que te gustaría que te hagan , ya que a algunos no les gusta.
Del subtema se extraer la idea que la justicia es la base de la capacidad humana de ponerse en el lugar del otro. Al igual que en la idea central, la empatía es crucial, puesto representa el centro de donde se desprende la justicia, este centro que nació en base a una necesidad. Una necesidad la cual no se puede precisar el origen, sin embargo es aplicada. Pero, la empatía se aplica efectivamente en un marco estrecho, debido a que el hecho de ponerse en el lugar del otro implica un esfuerzo al que no estamos acostumbrados, aún menos si esa persona es desconocida y no se han creado lazos de afecto. Entonces, la empatía viene a ser una habilidad que requiere de práctica para poder ser eficaz y además se desarrolla en mayor medida con las personas con las cuales se mantiene una relación cercana.

El foco del capítulo se vierte en la práctica de la empatía (intentar ponerte en su lugar). Lo cual demuestra en “Llegamos por fin al momento de intentar responder una pregunta cuya contestación directa hemos aplazado ya demasiado tiempo: ¿en qué consiste tratar a las personas como a personas, es decir, humanamente?; además de expresar más adelante: lo fundamental de la ética de la que quiero hablarte he intentado decirlo en estas últimas páginas.
La obra presenta de título Ética para Amador, inicia con una dedicatoria a su esposa, seguida de un epígrafe de Edgar Allan Poe. Luego se presenta un aviso antipedagógico y un prólogo. A continuación los nueve capítulos, un epilogo y un apéndice. Dentro de este comentario se está haciendo un análisis de capítulo VII del libro Ética para amador: “Ponte en su lugar”, con una extensión de 23 párrafos y 497 líneas.  Dentro del cual se desarrolla  la ejemplificación principal en base al libro “Aventuras de Robinson Crusoe”, además de algunas citas en la parte de vete leyendo y una mención al poeta Antonio Machado y el libro del emperador romano Marco Aurelio.
La estructura tripartita comprende la introducción que consta de los dos primeros párrafos; dentro de los mismos se plantea el esquema al ejemplo que se está desarrollando, mediante el cual llegará a la conclusión de que es humano y necesario ponerse en el lugar del otro.  Los argumentos se desarrollan desde el tercer párrafo hasta el dieciocho, a partir de los cuales Savater se explaya sobre el mismo tema con otro tipo de ejemplos y una manera diferente de decir las cosas, ello para asegurar la comprensión del texto. Finalmente la conclusión se muestra en el párrafo diecisiete donde el autor hace hincapié  a la gran importancia que este capítulo, puesto que responde a la principal incógnita que se ha estado buscando responder al cual es ¿en qué consiste tratar a las personas como personas, es decir humanamente? Además de presentar de nuevo el uso de la libertad a manera de recuerdo, tratando que el lector pueda asociarlo y gravarlo de manera más sencilla.

El texto está dividido en tres apartados, de los cuales el primer apartado abarca los primeros cuatro párrafos con el tema de vivir humanamente, como lo demuestra explícitamente en la línea 5 y 6 del tercer párrafo: “ahora tienen que empezar a vivir humanamente, es decir con otros o contra otros hombres, pero entre hombres”; puesto que la vida sin contacto humano e interacciones no es vida, las personas necesitan interrelacionarse como humanos , no como cosas u otros; ello lo trata de explicar Savater en todo el primer apartado mediante ejemplificaciones y diferentes contrastes que desembocan en una necesidad común. En este primer apartado se nota como Savater guarda un sentimiento pacífico y tranquilo, demostrando dominio sobre el tema y explayándose de la manera más corta que puede, pues sabe que los párrafos largos tienden al aburrimiento, lo cual no quiere, pues su objetivo es enseñarle a su hijo lo que es la ética y como vivir bien. Del tema se desprende la idea de que el vivir humanamente implica mantener una buena relación entre humanos, es decir la práctica empática entre seres humanos, esta idea se ve plasmada en las distintas citas, de las cuales se vale el autor para dar a entender a la empatía como el ente por el cual la humanidad interactúa entre sí. Además, en este apartado se vuelve a tratar acerca de la distinción entre el bien y el mal y recalca la importancia de la ética, a diferencia de otras áreas, como un factor que no te enseña supervivencia u otros sino como vivir la vida humana. Como un adicional se aprecia el uso de palabras poco conocida como: “Como a ti supongo por tragaldabas que seas”, que tienden al colocolianismo pues es un término netamente de uso juvenil o íntimo.

El segundo apartado comienza con el quinto párrafo hasta el trece, en esta extensión se reflexiona acerca del tema de la maldad; por un lado continúa con el ejemplo de Robinson Crusoe, pero lo mira desde otro ángulo, en el cual se habla sobre las posibilidades de este nuevo personaje Viernes, el cual se desconoce si es malo o enemigo; Savater escribe acerca de las posibles acciones a tomar y las posteriores consecuencias o riesgo de cada uno. A la par se desarrolla la idea de la maldad como causa de no poder vivir humanamente, lo cual es desarrollado con el ejemplo de Frankenstein y como una persona no nace siendo mala, conjuntamente la idea de que si una persona ha recibido cariño y un trato humano, la posibilidad de que sea mala se reduce a una ínfima parte. Termina concluyendo con el contraste entre león y ratón, sobre la mentalidad de cada uno de estos, con la frase “el primer perjudicado cuando intento perjudicar a mi semejante soy precisamente yo mismo…. Y en lo que soy tengo de más valioso, de menos servil”. No se puede dejar de lado, la aclaración acerca de la necesidad de complicidad y afecto de seres libres que se hace cuando se plantea la posibilidad de la pregunta Y eso ¿para qué sirve?, puesto que la libertad no busca servir, sino contagiarse.

La extensión del tercer apartado va desde el  párrafo 14 hasta que finaliza el capítulo; en este se desarrolla como tema el ponerse en el lugar del otro, mediante la reafirmación de la importancia de la ética como necesidad humana. Sin embargo, en esta oportunidad se la limita al decir que a no todo el mundo le gusta que le hagan lo que a ti, expresado mediante la cita del dramaturgo y humorista Bernard Shaw: <<No siempre hagas a los demás lo que desees que te hagan a ti: ellos pueden tener gustos diferentes>>. Todo ellos mostrando en todo momento la idea de que el ponerse en el lugar del otro es la base para el vivir humanamente. Además de la introducción de la palabra “derecho” y “justicia”, comprendiéndola como lo mínimo a lo que tiene derecho a exigir una persona; para lograr este objetivo y poner en claro que en variadas oportunidades el ente trasgresor somos nosotros, se hace uso de la redundancia en: “La vida es demasiado compleja y sutil, las personas somos demasiado distintas, las situaciones son demasiado variadas…”.



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